Jugar con guante o sin él es uno de los grandes dilemas billarísticos. La mayoría de jugadores optan por la segunda opción y se conforman con usar talco cuando el taco no patina bien. Pero lo cierto es que para otros billaristas el guante es algo esencial, un accesorio imprescindible.

Las estadísticas de Ronnie O’Sullivan son para tirar cohetes. Nunca mejor dicho. Tras ocho meses sin competir, The Rocket volvió a ponerse el mono de trabajo en el Masters hace un par de semanas y de nuevo lo ganó,? por sexta vez. El brazo todavía responde fantásticamente bien, pese a sus 40 primaveras

No hay dos billaristas iguales. Puede que se parezcan a la hora de jugar, pero todos tienen un estilo propio, una forma de plantear las partidas, una manera de limar o un conjunto de tics y rutinas.

Si hay alguna red social que nos guste especialmente a los billaristas, esa es sin duda Facebook. ¿Por qué? Muy simple. Podemos ver vídeos billarísticos sorprendentes, estar al día de los torneos que se están disputando, ver lo que están diciendo un montón de jugadores, amateurs y pros, y seguir más o menos de cerca a nuestros ídolos.

Así como hay mil maneras de limar, de sacar, de saltar o de tirar, también hay mil maneras de poner tiza. Cada billarista tiene su propio ritual, su forma de pintar la suela de azul, rojo o el color que sea antes de golpear la blanca

Son el motor de las nuevas generaciones de billaristas. En ellas se forman las promesas que en pocos años se convertirán en grandes estrellas. Montar una buena academia de billar requiere inversión, tiempo y mucho esfuerzo. Pero es el precio que pagan los que quieren tener a los jóvenes billaristas mejor preparados.