La mayoría de bolas que fallamos no las erramos por una mala ejecución del tiro, sino por una cuestión psicológica. Por una actitud, un pensamiento o un razonamiento previo al golpeo. Durante un partido los billaristas tenemos algo que no tienen todos los deportistas: tiempo. Tiempo para pensar cuando tira el rival, tiempo para decidir qué hacer entre tiro y tiro.

Hace un par de semanas tres millones de españoles descubrieron gracias a El Hormiguero un genio del billar artístico: Florian Kohler. Muchos ya lo conocíamos, pero cada vez que aparece en un show se supera y nos deja con la boca abierta (también a los que ya sabemos de su talento).

1.000, 2.000, 3.000... ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por un taco de billar? Los más caros del mundo alcanzan los 150.000 dólares. Casi nada. He estado curioseando algunas de estas reliquias por Internet para ver hasta qué punto se disparan los precios y porqué son tan caros.

Jugar con guante o sin él es uno de los grandes dilemas billarísticos. La mayoría de jugadores optan por la segunda opción y se conforman con usar talco cuando el taco no patina bien. Pero lo cierto es que para otros billaristas el guante es algo esencial, un accesorio imprescindible.