Hay billaristas que no quieren perder tiempo sobre la mesa y van por faena. Otros, en cambio, se lo toman todo más con calma. Y puede que ambos jueguen muy bien. Por tanto, la respuesta a la pregunta del título no es ni sí ni no, es depende. Depende de tu carácter, de tu talento, de la situación, de muchas cosas. En el post de hoy destacamos las ventajas e incovenientes de jugar al billar rápido o jugar lento para que valores la mejor opción y definas tu estilo.
Siempre he sido más de jugar lento. No me gusta pensar cada bola un minuto, pero sí asegurarme al máximo de la jugada. Tiene que ver con mi manera de ser (tranquilo, pausado) y con la educación billarística que recibí desde pequeño. ¿Y por qué prefiero dedicar más tiempo a planificar y ejecutar las jugadas? Ahí van las ventajas e inconvenientes de mi estilo de juego. O el de Ralf Souquet, Ronato Alcano y muchos otros.
Ventajas e inconvenientes de jugar lento
1- Más seguridad
Si dedico más tiempo a preparar el tiro, me siento mucho más seguro a la hora de realizarlo. Estoy convencido de que he escogido la mejor opción y que sé cómo ejecutarlo. Por eso al bajar tengo más confianza. En cambio, si voy más rápido, puede que pierda esa confianza porque no estoy 100% convencido de lo que va a pasar en cada tiro.
2- Más control
Sobre el tiro concreto y sobre la partida en general. Jugar lento me permite tener en mente los próximos tiros, prever dónde aterrizará la blanca cada vez y avanzarme a cualquier imprevisto. En cambio, jugando rápido noto que pierdo el control de la situación, me desmadro.
3- Menos errores no forzados
Jugando más pausado evito precipitarme y, por tanto, hago menos errores no forzados. Por ejemplo, una mala colocación de blanca en un tiro que, apriori, era muy asequible. Cuando me acelero, fallo más bolas tontas y me coloco peor.
Tal vez lo de jugar rápido no es para mí, pero soy consciente de que también tiene muchas ventajas. De ahí que haya grandes billaristas que arrasan yendo como un cohete sobre la mesa: Ronnie O’Sullivan, Tony Drago, Dennis Grabe, Ruslan Chinakhov…
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Ventajas e inconvenientes de jugar rápido
1- Ritmo
En el billar es muy importante tener un ritmo. Y jugar un pelín rápido puede ser muy bueno para marcarlo. Es como llevar el tempo del juego. Pero el riesgo es que ese ritmo al final te sobrepase. Hay que saber gestionarlo para que tú lo domines a él y no viceversa.
2- Pensamientos
Buena parte de los billaristas que juegan rápido me dicen que lo hacen para evitar los pensamientos negativos que te pueden entrar si estás más tiempo planificando y tirando. Muy cierto: con menos tiempo entre tiro y tiro reduces las posibilidades de pensar demasiado, de dar excesivas vueltas. Y eso es muy bueno. Aunque la verdadera solución no es querer evitar esos pensamientos, sino saber gestionarlos cuando llegan.
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3- Intimidación
Jugar rápido es a veces espectacular y puede tener un efecto intimidador sobre el contrario. Eso es, le das la impresión de que eres un killer, de que no tienes piedad y de que vas por faena, las metes todas. Jugar lento y bien también intimida, pero no tanto como hacer un Tony Drago.
Y hasta aquí los pros y contras de jugar al billar rápido o lento. Como ya hemos visto, no hay una única opción viable. Depende de tus características y de tus necesidades. Lo que sí es importantísimo es que siempre juegues de una única manera, tanto si entrenas como si compites.
¿Juegas rápido o lento? ¿Por qué? Cuéntamelo en los comentarios :)