A todo el que empieza en esto del billar le falta picardía y le sobran miedos. Por la inexperiencia, al principio siempre pagamos la novatada. Solo se trata de currar y currar para que esa fase dure lo menos posible. En el artículo de esta semana recopilo 10 de estas inocentadas que cometes cuando eres un billarista recién salido del nido.
1- No comprobar que una bola está pegada a banda
Fallo típico de novato. El rival te dice: “Está pegada, eh” (por aquello de tirar directamente sobre la bola sin necesidad de que la blanca toque banda). Y tú aceptas sin comprobarlo. Normalmente si te lo dicen es que está pegada pero hay más de uno y de dos listillos que a veces te la cuelan. Ocurre lo mismo si no paras atención a tiros complicados en los que tu contrincante podría cometer falta (cuando la blanca está muy cerca de la bola objetivo, por ejemplo). Moraleja: no des nada por hecho, compruébalo todo siempre.
2- Hacer la partida perfecta y fallar la última (por pensar que era la última)
Cuando hay muchas bolas en la mesa bien, pero cuando llegas a la última, la cabeza empieza a dar vueltas sobre ese factor y te lanza advertencias: “cuidado que es la última”, “no falles que es la última”, “ya solo queda una”, “fallarás porque es la última”, “si no metes esta no habrá servido de nada todo el trabajo”. Y el principiante, como es normal, no aguanta la presión. Moraleja: todas las bolas son iguales y valen lo mismo. Tenlo en cuenta a la hora de tirar. Y recuerda que un pensamiento negativo se vence con cinco de positivos.
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3- Llorar tras perder
Lo admito, yo era de los que lloraba a moco tendido después de una derrota. Creo que nos pasa a todos, sobre todo cuando somos jovencitos. Lloraba porque sentía que había fracasado, que no había cumplido mis elevadas expectativas. Hasta que un día me di cuenta de que llorando no se arreglaba nada. Y dejé de hacerlo. Moraleja: llora por temas más importantes; una derrota billarística es solo eso, una derrota. Y perder es parte del camino.
4- Conformarse por haber llegado a las copas
Muy típico también: “Ah, ya estoy en semis, ya puedo perder tranquilo”. Meeec, error. A la que pienses eso perderás en esa ronda. Moraleja: no te conformes, ve hasta el final, a por la copa más grande.
5- Sentirse intimidado por cómo juega el rival
Cuando empiezas te fijas mucho en el rival. Incluso antes de jugar preguntas a los demás: ¿qué tal juega? ¿es bueno? ¿puedo ganarlo? Es normal sentirse intimidado por cómo juega tu contrincante porque todavía no has aprendido que tu verdadero rival eres tú. Moraleja: en vez de sentir intimidación por el rival, siente admiración por lo bien que juega. Algún día tú harás lo mismo.
6- Hacer gestos y quejas tras fallar
De adolescente me quejaba mucho tras cualquier fallo. Gestos y muecas varias que no me hacían ningún favor. Es muy importante que aprendas a autocontrolarte y a gestionar tus emociones. Esto se consigue con experiencia y trabajo. Moraleja: en vez de quejarte piensa porqué fallaste y haz algún cambio para que no te vuelva a suceder.
7- No defender nunca
Cuando empiezas vas al ataque. No mola defender. Te lo juegas todo. Y pierdes muchas partidas por ello. El buen billarista es aquél que sabe meter bolones y también sabe esconderte la blanca como nadie. Todo tiene su momento. Moraleja: una buena defensa es el mejor ataque.
8- Hacer trampillas
De tantas ganas de ganar que tiene, el novato hace trampillas para acercarse a su objetivo. No lo hace por maldad, sino por inconsciencia. Por ejemplo, si roza levemente una bola con el brazo no lo dice. Moraleja: nunca hagas trampas. Ganando de esta forma solo consigues dos cosas: enemigos y autoengaños.
9- Pensar que W.O es un jugador real
La primera vez que fui a un Campeonato de España (esos de cuadrantes de 256 jugadores) flipé con los W.O. ¿Por qué hay tantos? ¿Serán familia? Hasta que alguien dijo que eso no eran personas sino todo lo contrario: ausencia de ellas. Walk-Over, pasa exento, que te ha tocado la lotería (porque pasas ronda sin jugar). Moraleja: no hay en este caso, sólo échate unas risas cuando alguien hable de los W.O como si fueran personas :)
10- Entrar negra y blanca (y no saber que has perdido)
Esto me ocurrió en mi primer torneo. Tenía ocho añitos y jugaba contra una chica. Recuerdo que llegamos a la partida definitiva con la sala a rebosar. Me quedó una negra angulada que requería un súper tiro y, afortunadamente, la metí. Pero la blanca hizo tres bandas y poco a poco puso rumbo a la tronera. Todavía nadie me había explicado que si entras negra y blanca has perdido. Así que al verla caer yo no “caí” en eso, y di unos cuantos saltos pensando en el bolón que había metido. Hasta que mi hermano me miró con rostro desolado y me dio la brutal noticia. Ese día sí que lloré tras perder…
Y hasta aquí mi lista de 10 novatadas. Admítelo, tú también las has cometido y tal vez tienes otras en mente. ¿Cuál es la mayor inocentanda que hiciste en tus inicios? Cuéntala en los comentarios :)