Los fallos más garrafales de billaristas profesionales

Sí, leiste bien: de billaristas profesionales. Porque aunque a veces parezcan de otro planeta, los jugadores de billar de élite también fallan bolas fáciles. Fallan por la presión, por perder la concentración o por falta de motivación. Ni tú ni yo somos los únicos que la pifiamos en el momento más inoportuno. Y si no, échale un vistazo a los fallos garrafales de billaristas top que vienen a continuación.

1- John Morra en la World Cup of Pool

Blanca a 3 diamantes de la negra, negra a un palmo de la tronera, ambas rectas. De 100 veces que la tire, 99 acabarán dentro, pero ese día fue el día del 1% restante. Al canadiense John Morra se le escapó esa ocho por las ganas de colocar perfecto hacia la nueve y quizás por sentir que el partido ya estaba hecho (estaban a 2 bolas de la victoria).

2- Karl Boyes en el World Pool Masters

El inglés Karl Boyes también falló otra bola 8 surrealista, incluso más asequible que la de Morra. Fue en el World Pool Masters del pasado año y esta vez seguramente por falta de concentración. Fíjate cómo Boyes sonríe y hace broma con el público mientras está preparando el tiro. De bien seguro que ese despiste le hizo perder el foco. Y el partido.

3- Efren Reyes, Shane Van Boening, Mika Immonen…

¿Qué tienen en común? Que son unos fuera de serie, pero también fallan. El vídeo que viene a continuación recopila algunos de esos errores de principiante que nadie se esperaba, probablemente ni ellos mismos.

4- Liang Wenbo en el Masters frente a Ronnie O’Sullivan

Hoy la cosa va de fallar negras. Como la que también falló Liang Wenbo en el Masters de Snooker de esta temporada. Primera ronda, Ronnie O’Sullivan al frente y 5-4 arriba (yendo a 6 ganadas). Si metía la negra (una negra peligrosa pero asequible), ganaba. Pero…

¿Por qué fallan menos los jugadores de billar profesionales?

- Están más y mejor preparados para acertar en situaciones de presión.

- Están habituados a meter la gran mayoría de bolas que tiran (y eso les permite tener a menudo una confianza muy alta)

- Tienen talento, muchos horas de dedicación y un montón de campeonatos en las espaldas.

¿Y en qué se diferencia el fallo de un profesional versus el fallo de un amateur?

Ambos pueden fallar la misma bola facilona, la diferencia está en cómo reaccionan ante ese fallo. En líneas generales, el billarista amateur percibe ese error como “fracaso”, le da demasiadas vueltas y lo arrastra durante los siguientes tiros o incluso partidas. En cambio, el billarista profesional analiza rápidamente el motivo de ese fallo y busca la solución para que no se repita. Por eso, aunque haya fallado la 8 recta, si le das otra pequeña oportunidad, no te dejará escapar.

¿Moraleja? Si fallas, ¡falla como un campeón!

Seguro que tienes en mente otros fallos garrafales de billaristas pro. Compártelos en los comentarios :)