Cuando comienza la partida algunas descansan en las bandas de la mesa y otras en las manos o en los bolsillos del jugador. Pero todas ellas cumplen una función vital en el billar: garantizar un agarre perfecto entre el taco (la soleta) y la bola a golpear (la blanca). Aunque manchen y dejen huella, son muy queridas porque sin ellas no podrían existir los disparos potentes o los tiros con efecto. En el artículo de hoy destacamos algunas curiosidades acerca de las tizas, el objeto del que nunca se separa —o debería separarse— cualquier billarista.
1- Se inventaron en 1897
William A. Spinks y William Hoskins crearon hace más de un siglo el concepto de tiza moderna. Desde 1807 ya se utilizaban, pero al estar fabricadas con carbonato de calcio, la tradicional tiza de pizarra, producían demasiado polvo que manchaba el tapete y las bolas. Los dos Williams dieron con la fórmula de una mejor tiza producida a base de silica y aloxite que apenas desprendía polvo y además permitía a los jugadores aplicar más efectos. Spinks Billiard Chalk, como se llamó la compañía, es el germen de las tizas de hoy en día.
2- Algunas cuestan más de 20 euros
Master, Silver Cup, Blue Diamond, Predator, Gold Star, Triangle… Existen muchas marcas de tizas con calidades, durezas y precios variables. La mayoría de ellas rondan entre 50 céntimos y 1 euro por unidad, pero las hay de mucho más caras. Es el caso de la japonesa Kamui, que cuesta algo más de 20 euros cada una. El precio se dispara por estar hecha con una pasta especial que reduce el riesgo de pifias y se mantiene mucho más tiempo en la soleta.
3- Las hay de todos los colores
Estamos acostumbrados a las tizas azules, pero como los paños, las hay de prácticamente todos los colores: grises, negras, rojas, verdes… Nadie ha demostrado que el color de la tiza influya en el golpeo o en el juego, pero sí es verdad que normalmente se usa una tiza del mismo color del paño (en general azul) para que las partículas que se desprenden en cada tiro manchen el tapete lo menos posible.
4- No hay que abusar de la tiza
Las nuevas marcas de tizas requieren menos tiza entre disparos. Es decir, no es necesario ponerla antes de cada tiro. Si te excedes en el uso de tiza, como hacen algunos jugadores porque siguen poniéndola sin parar mientras piensan la jugada, puede ser contraproducente porque creas una capa extra, una barrera entre la soleta y la bola, que puede llevarte a hacer más pifias.
5- Lo que diferencia una buena tiza de una no tan buena
Hace unos meses publicamos un artículo sobre las mejores tizas del mercado que te servirá si estás buscando la tiza perfecta. Ten en cuenta, además, los siguientes criterios que Dr. Dave destacaba en este otro artículo a la hora de diferenciar las tizas top de las del montón: buena tiza es la que apenas mancha, la que te permite golpear la blanca con mucho efecto sin hacer pifia, la que se mantiene tras muchos tiros, la que “pinta” bien la soleta, la que no provoca kicks y, sobre todo, lo que te transmite confianza.
Escríbenos en los comentarios cuál es tu tiza preferida y si conoces alguna otra curiosidad acerca de este objeto imprescindible para cualquier billarista.
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